lunes, 21 de abril de 2008

viernes, 11 de abril de 2008

A propósito del cambio de paradigma de los docentes virtuales.

Parto de la idea de que tanto docentes como estudiantes, han de tener en cuenta que el ambiente es un aspecto fundamental que genera todo tipo de conocimientos, logros y comprensiones en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
En la virtualidad el docente deja de ser una fuente de información y se convierte en un facilitador del aprendizaje, un guía o un compañero en el proceso completo de formación, orientando al estudiante a través de los materiales, debates, foros, casos, y simulaciones, y apoyado en las numerosas herramientas electrónicas que provee el campo virtual.
La clase virtual señala la profesora Doralba Jaramillo es un lugar del saber, porque se configura entre otros, como un campo investigativo donde el ambiente problémico implica que el docente tiene que asumir una actitud positiva frente al saber y abordar esa realidad como una pregunta por resolver. En ese sentido, una buena preparación profesional con docentes capacitados, motivados, dedicados y creativos, puede dar idea del éxito de la docencia virtual y por ende de los diferentes grupos de estudiantes que se acercan a este nuevo modelo de aprendizaje.
La Fundación Universitaria Católica del Norte, como entidad pionera en la formación de docentes virtuales en Colombia ha incluido como una política institucional, la capacitación integral y permanente para que los docentes puedan diseñar, montar y orientar los cursos que tienen a su cargo.
Dada la importancia que asigna a las competencias en la manera de operar las herramientas infovirtuales para el desempeño de tales ambientes, pudiera pensarse en una especie de determinismo tecnológico, sin embargo, la FUCN define sus docentes como profesionales competentes en su saber disciplinar y con unos objetivos claros en cuanto a capacitación, actualización en el uso pedagógico y didáctico de los recursos para los ambientes virtuales.
Es claro que con base en el proyecto educativo institucional y en la filosofía e identidad corporativa de la institución, se ha configurado un sistema de estudio virtual, capaz de lograr que sus estudiantes estén en condiciones de transformar la inmensa cantidad de información de la Red, para construir un conocimiento significativo de sus propias realidades culturales.
Para ello ha implementado un programa de capacitación docente que parte, sin duda de la conciencia de que es preciso cambiar el paradigma de docentes propietarios del saber para virar hacia unos profesionales de la educación, con relaciones más horizontales entre profesor-estudiante, estudiante-estudiante, y estudiante- contenidos. En ese sentido, presenta un esquema de capacitación fundamentado en: un eje técnico y tecnológico, un eje pedagógico y un eje de diseño instruccional y diseño gráfico, con el convencimiento de que unido al talento de sus docentes, mejorará cada vez más el ejercicio de la docencia en ambientes virtuales.
Puede pensarse entonces, que con la experiencia adquirida por la Universidad en las realizaciones de años anteriores, con la ayuda de pares académicos de otras universidades y con una actividad permanente de evaluación, ha logrado implementar un sistema integrado tal, que abarca todos los aspectos componentes del proceso de enseñanza y aprendizaje para la sociedad de este siglo XXI. La Universidad lo muestra con un futuro bastante halagüeño pues está convencida de la calidad y la efectividad de estas nuevas modalidades de aprendizaje mediadas por la virtualidad.
Socorro Arango.

Claves del docente virtual

Las claves para un buen desempeño del docente virtual están estrechamente relacionadas con los elementos que debe dominar para desarrollar su función.
El docente debe estar académica y técnicamente preparado y saber lo que debe aplicar con sentido pedagógico, es decir, reconocer que sus alumnos tienen diversidad de intereses, motivaciones y experiencias de vida. Además, saber que la información ha de ser dosificada y con diferentes tareas, pues lo que es fácil para unos puede ser muy complicado para otros. De ahí que ponga en juego sus capacidades didácticas y su preparación en otras áreas, para la planeación de su curso demostrando que permanentemente se está capacitando y actualizando.
Todavía no se ha llegado el momento de considerar el papel del maestro como innecesario, toda vez que aunque las instituciones educativas proveen unos materiales y contenidos actualizados y pertinentes, el docente está en la obligación de conocer el perfil de sus estudiantes para poder orientar su labor pedagógica, con estrategias que le permitan el logro de sus objetivos de aprendizaje, aprovechando las distintas características de edad, clase social, estado civil, experiencia laboral, formación académica previa, para construir y transferir conocimientos y enriquecerse mutuamente.
El docente virtual debe tener muy claro que para lograr el éxito en el desarrollo de su curso, ha de tener una adecuada planeación de las actividades, dosificando la información y utilizando las herramientas, los métodos, las técnicas y los procesos que motiven a los estudiantes y los ayuden a planificar también sus propias actividades y los comprometan con el crecimiento desde su propia experiencia.
A aquellos estudiantes que necesitan revisar algunos temas se les debe ayudar a crear situaciones problematizadoras sobre macro y micro contextos de su cotidianidad para tratar de encontrar las diferentes soluciones. Al tiempo que se promueve la reflexión, se relaciona y conecta lo aprendido por cada estudiante. Si algo es comprendido puede ser explicado.
Finalmente, quiero parafrasear al investigador Omar Villota quien establece que el docente virtual es un facilitador que genera expectativas y promueve la motivación buscando estrategias educacionales, pedagógicas y didácticas, para que el estudiante mismo sea quien administre y transforme los contenidos disciplinares y decida cómo los puede incorporar en su experiencia personal y profesional.

Socorro Arango.